Cada día me convenzo más de que otro mundo es posible, y el upcycling en la cosmética es una muestra clara.
«You may say I’m a dreamer, but I’m not the only one.«
No, definitivamente no soy la única. Ya hay varias marcas “made in Spain” en el mercado que están demostrando que el upcycling en la cosmética es ya una realidad. ¿Quieres conocerlas?
Upcycling en la cosmética
Foosh (2022)
La historia de Foosh comenzó cuando Artur Arqués, en un viaje a Copenhague, descubrió una crema de manos hecha con pieles de naranjas usadas. De ahí nació Foosh, de las palabras Food (comida) y Fresh (frescura), con la intención de reutilizar ingredientes naturales que aún conservan propiedades beneficiosas para la piel, pero que ya no tienen uso en su forma original.
En Foosh, no solo se dedican al upcycling en la cosmética, sino que la mayoría de su packaging es biodegradable fabricado a partir de biomateriales. El ingrediente estrella es la brisa de uva, extraída de viñas ecológicas, junto con el agua de arroz, que aportan antioxidantes esenciales a sus fórmulas.
Gskin (2024)
Gskin es parte del grupo La Cabine, conocido por sus marcas de cosmética como Ecoderma. Con Gskin, han llevado el eco-friendly a otro nivel, creando una marca de cosmética upcycling de cosmética natural certificada que reutiliza ingredientes como pieles de plátano, cáscaras de arroz olvidadas y flores que no cumplen los estándares de “perfección”.
Sus fórmulas contienen entre un 98% y un 99% de ingredientes de origen natural, y sus envases también son eco-friendly, utilizando frascos de vidrio y cajas hechas de caña de azúcar.
Lamixtura (2020)
Lamixtura es el proyecto de Amaia y Silvia, dos farmacéuticas que combinan la ciencia galénica (la disciplina que transforma las materias primas en cosméticos o medicamentos) con la naturaleza para crear cosmética natural avanzada.
Utilizan ingredientes 100% naturales, como semillas desechadas de maracuyá y aguacates demasiado pequeños para ser comercializados. Su enfoque promueve un envejecimiento saludable, vivido con orgullo y serenidad, sin pretender detener el tiempo.
Natana (2021)
Natana apuesta por la economía circular, y su línea de investigación y desarrollo está enfocada en la obtención de activos naturales a partir de desechos. Su primer activo natural upcycled, «Lees Concentrated«, se obtiene de las lías del vino, subproducto de la primera fermentación de la uva.
Eso sí, siempre que veo una marca asociarse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030, me entra la desconfianza…
Espejito, espejito…
La imagen de la ‘mujer perfecta’ ha sido moldeada por una visión y socialización patriarcal que desconecta a las mujeres de sus cuerpos y su naturaleza cíclica.
La industria cosmética ha sido parte de esta desconexión, promoviendo estándares que nos alejan del cuerpo real. Además, lo ha hecho de una forma poco ética y responsable, utilizando ingredientes tóxicos que, aunque permitidos por regulaciones laxas, no dejan de ser peligrosos. Todo esto, en nombre de una belleza que nos exige más por fuera, pero nos vacía por dentro.» Como dijo el naturalista y periodista ambiental Carlos de Prada:
“El mayor tóxico de la sociedad es la ignorancia de la población, que se conforma con hacer un ciego «acto de fe» en autoridades o compañías tomando por reales meras campañas”.
Esto aplica a la cosmética y a tantas otras áreas. Al final, el peor ciego es el que no quiere ver. 👀