La sostenibilidad es la más reciente palabra explotada por el capitalismo, que después de haber cargado el mundo, intenta colorearlo de verde.
¿Puede considerarse sostenible un producto fresco con sello ecológico que viaja desde el otro lado del mundo?
¿Y una camiseta que combina algodón, poliéster y nylon, es realmente sostenible?
¿Pueden los productos fabricados en regímenes políticos que ignoran los derechos humanos ser sostenibles?
El concepto de sostenibilidad comenzó a ganar popularidad después de la publicación del Informe Brundtland, titulado «Nuestro Futuro Común«, en 1987. Este informe, elaborado por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU, definió la sostenibilidad como «el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades«.
Seis años más tarde, el consultor John Elkington introdujo el término «Triple Bottom Line». Lo detalló exhaustivamente en su libro «Cannibals with Forks: The Triple Bottom Line of 21st Century Business» publicado en 1997. En esta obra, presentó por primera vez el concepto de las tres dimensiones de la sostenibilidad: económica, social y ambiental.
Algunos años antes, Bill Mollison, uno de los pioneros de la permacultura, presentó las mismas tres éticas en su obra «Permaculture: A Designer’s Manual,» publicada en 1988.
Los tres pilares de la sostenibilidad
Cuidado de la Tierra
El cuidado de la Tierra, también conocido como pilar ambiental, implica la responsabilidad de proteger, preservar y regenerar la tierra y sus ecosistemas. Esto se logra a través de acciones de renegeración del suelo, reducción de huella de carbono, el aumento de la eficiencia energética, la gestión responsable de recursos y adopción de tecnologías ecoamigables.
Cuidado de las Personas
El cuidado de las personas, también conocido pilar social, aborda la importancia de cuidar y satisfacer las necesidades humanas, fomentando la equidad, la justicia social y la calidad de vida. Esto se logra mediante acciones como la implementación de políticas laborales inclusivas, programas de bienestar y de desarrollo profesional en toda la cadena de valor.
Reparto justo
El reparto Justo o pilar económico o implica compartir equitativamente los excedentes y recursos en toda la cadena de valor empresarial. Esto se logra mediante acciones como la implementación de políticas salariales justas, la eliminación de brechas de género y establecer prácticas transparentes en la toma de decisiones.
Humanos a actuar como naturaleza
Los sistemas naturales prosperan porque son regenerativos. Si la economía humana y sus instituciones, y la civilizción humana misma, han de prosperar a largo plazo, también deben operar de manera regenerativa.
– Jonh Fullerton –
Debido al punto crítico al que hemos llegado, la sostenibilidad está evolucionando hacia el desarrollo regenerativo con el fin de acelerar el ritmo del cambio, cada vez más necesario.
Cada vez que gastas dinero, estás votando por el tipo de mundo que deseas.
– Anna Lapp –
Hasta ahora, los proyectos, empresas o marcas sostenibles eran aquellos que no solo eran financieramente viables, sino que también promovián una distribuición equitativa de los recursos, respetaban el medio ambiente mediante una gestión eficiente de los recursos naturales, y se centran en el bienestar social.
De ahora en adelante, además de tener en cuenta estos tres pilares, deben actuar como la naturaleza, impulsando toda la cadena de valor de forma regenerativa.
¿Cuántas organizaciones genuinamente sostenibles conoces?
Para alcanzar un desarrollo sostenible real, es fundamental abordar de manera integral estos tres pilares, y trascender la visión lineal o matemática, de simplesmente buscar más ahorro de agua y menos emisiones. Compreender el impacto sistémico en toda la cadena de valor es esencial para avanzar hacia la sostenibilidad renegenativa.
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